Revision de Soldaduras, Roscas y Mecanizado
En JJ Racing Coatings, realizamos un proceso integral que va más allá de la simple aplicación de pintura en polvo. Uno de los pasos más importantes y que nos distingue es la verificación de soldaduras, roscas y mecanizado. Este paso nos aseguramos que las piezas metálicas estén en perfectas condiciones antes de recibir el recubrimiento en polvo.
¿Por Qué es Tan Importante la Verificación de Soldaduras y Roscas?
Después de los procesos de decapado y chorro de arena, las piezas metálicas quedan completamente limpias, revelando cualquier imperfección oculta que podría comprometer tanto su seguridad, la estructura de la pieza y el acabado final de la pieza. Es en este punto donde realizamos una inspeccion de todas las soldaduras, roscas para garantizar que cada componente esté en óptimas condiciones antes de aplicar la pintura en polvo.
1. Detección de imperfecciones en las soldaduras: Después de limpiar completamente las piezas, las soldaduras que puedan tener defectos, grietas o irregularidades se hacen evidentes. Este es el momento perfecto para corregir cualquier problema. en JJ Racing Coatings hacemos soldadura en distintos tipos de metal, como aluminio, acero, titanio y magnesio.
2. Verificación y creación de roscas nuevas: Tras el decapado y el chorro de arena, comprobamos que las roscas puedan estar dañadas o haber sufrido desgaste por el uso. Antes de pintar, verificamos todas las roscas de las piezas y, si es necesario, creamos roscas nuevas para garantizar que estén listas para un ensamblaje perfecto.
3. Mecanizado y ajuste de piezas: Esto puede incluir la reparación o creación de chapas, soportes, tuercas remachadas, y otros componentes esenciales que deben estar en perfecto estado.
Algunas de las piezas que reparamos
Soldadura en chasis de moto
soldadura llanta de moto
soldadura piezas de aluminio
entre otras muchas
Otras partes del proceso de pintura en polvo al horno
1. Decapado de pintura antigua y preparacion de las piezas
Este proceso elimina completamente la pintura vieja, óxido o impurezas de las piezas metálicas, asegurando una superficie limpia y lista para el siguiente tratamiento. Esto es clave para garantizar la adherencia y durabilidad de la nueva pintura.
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